Nací el 31 de octubre de 1990 en Valencia.

Recuerdo ser una niña bastante tranquila a la que le gustaban más bien poco las clases de educación física. Por aquel entonces, algunas de mis amigas se apuntaron a gimnasia rítmica y fue eso lo que me «obligó»a apuntarme con ellas (pongo entre comillas, porque me imagino que el verlas a todas ellas juntas en esas clases, el no estar metida en ciertas conversaciones.. me causaría envidia de niña y me incitaría a apuntarme).

¡Fue ahí donde empezó todo!

Ese deporte me «enganchó», hasta al punto de dedicarle bastantes horas de entrenamiento durante la semana y horas del fin de semana de competición. Recuerdo que yo por entonces empecé a escuchar las primeras palabras y frases relacionadas con alimentos-rendimiento, dietas, etc.

Con los años, debido a ciertos problemas de espalda y atener que dedicarle más horas a los estudios, me hizo tener que abandonar este deporte que tanto me gustaba y me sigue gustando. Y aquí empezó lo que su día fue un problema, que luego se convirtió en mi vocación, y me ha ayudado a ser la mujer que soy.

¡Por qué digo esto? Pues porque al abandonar tantas horas de entrenamiento y seguir comiendo como comía, aumenté bastante de peso en poco tiempo.

Empecé a ser una chica acomplejada, con más inseguridades (aunque creo que antes ya era bastante insegura debido a lo perfeccionista que he sido siempre), odiaba el momento de ir de compras, tenía como una especie de nube negra a mi alrededor que me hacía verlo todo de una manera negativa… y todo ello fue lo que me hizo tomar la decisión de ponerme en manos de un Dietista-Nutricionista para ponerme a dieta.

Tras una temporada a dieta, con ciertos escarceos no muy sanos con la alimentación debido a mi dichoso perfeccionismo y a ciertas comparaciones odiosa, aprendí a quererme como era, a aceptar cual era mi constitución y muy importante…¡aprendí a comer!

Todo ello me llevó a querer estudiar la carrera de Nutrición Humana y Dietética. Pensaba que todo lo que había vivido respecto al tema me vendría muy bien para ayudar y motivar a todas aquellas personas interesadas en su salud, en cambiar hábitos, en mejorar su rendimiento deportivo…

Durante los años de estudio fui entendiendo mejor lo importante que es comer sano para vivir sano, fui comprendiendo que la alimentación esta directamente relacionada con el rendimiento deportivo… Además, fueron años que me vinieron muy bien para cambiar mi mente y ciertos pensamientos erróneos y sentirme orgullosa de todo lo aprendido hasta la fecha.

Nada más terminar la carrera, empecé a ejercer como nutricionista y finalmente tras unos aós de bastante esfuerzo para conseguir uno de mis sueños, hace 2 años (16 de octubre de 2015) inauguraba mi propia clínica.

¡U ahí estoy la mar de feliz! Predicando con el ejemplo y ayudando a todo aquel que se deja caer por allí, motivando a que mis pacientes logren sus cambios con mis típicas frases de:

«¡Querer es poder!»

«Lo positivo atrae lo positivo y lo negativo atrae lo negativo»…