Poesía (33)
  • LA PERFUMISTA

    Con «La perfumista» no solo vamos a acercarnos a una colección de espléndidos poemas, sino a verdaderos trocitos de vida, emoción profunda y sinceridad.

    Estos versos surgieron como un manantial que brota de la tierra, en una explosión creativa y transparente, capaz de trasladarnos al lugar en que los sueños se hacen realidad y la vida se transforma en magia.

    Una lectura imprescindible que nos hará sentirnos diferentes y completos. Un maravilloso canto a la luminosidad que habita en cada uno de nosotros.


  • CINCELANDO LA MIRADA

    El artífice, a golpe de cincel, embellece lo imaginado y, al decir del poeta, logra dejar de sí huella perenne. En el imperfecto bloque de mármol, en la anodina lámina de bronce, traza su epigrafía el escultor. Escritura tallada de emociones, simulacros de fantasías, cantera infinita de historias palpitadas en el instante.


  • ALGUNOS POEMAS BÁRBAROS

    ALGUNOS POEMAS BÁRBAROS es un compendio de palabras que hablan de sacarse las espinas clavadas y decir en voz alta aquello que a menudo callamos durante demasiado tiempo. Lo que nos asusta reconocer y nos mantiene atados a una mirada impotente y cansada… Una mirada bárbara a esa vida que vivimos y no nos satisface mientras esperamos una vida mejor que nunca llega porque no hacemos nada para que eso suceda.

    Habla de emociones retenidas y sueños postergados esperando un momento perfecto que nunca llega. Habla de soltar el lastre que llevamos a cuesta y ya pesa demasiado. Habla de amor y de desamor. De amar tanto que a veces te quedas solo amando y descubres que nadie está a tu lado en esa relación y, gracias a ello, acabas encontrándote a ti mismo. De desear tanto que das la vuelta a la esquina y te das cuenta de que el deseo te llevó a atravesar tus miedos más rotundos.

    Son versos libres sin más pretensión que ser soltados y recogidos por aquellas personas que lo necesiten o los puedan usar para encontrarse. Son poemas irreverentes, imprudentes y sinceros que esperan hacernos reflexionar sobre si la vida que habitamos es la vida que merecemos y, si la respuesta es no, hacer que nos levantemos del sofá.


  • OMBLIGOS DE SARGO

    El camino de la soledad no es un camino de lilas sino una travesía por el desierto que empieza en el cañón de Waimea, raquetea en el río helado de Lemmenjoki y, quizá, naufrague en el torii de Miyajima.

    En el entreacto recorremos el delta del archipiélago al albur de las crecidas de la playa y a la sombra de las pitas vencidas por el viento. Los gatos vagabundean en busca de ombligos que los sacien tras el visionado de «La infancia de Iván» de Tarkovski y el crisol de Wai-O-Tapu.

    Deveríamos envolver todos los aperos de labranza «en un mágico paño de alegre color» de Tennyson sobre la que ruedan las castañas de Dickinson y sin más atisbo de realidad que «El vendedor de tapices» de Fortuny.

    Y así bajamos y remontamos y trascendemos como si hubiera un mañana, otro amanecer que atrapamos con las redes que impidan el olvido.

     


  • CRUCES DE NEÓN

    El Templo de Jerusalén fue destrozado en el año 586 a.C., por orden del rey babilónico Nabucodonosor y, más tarde, reconstruido, para, finalmente, ser destruido, en el año 70, por las legiones romanas, bajo las órdenes de Tito. Conservándose, hoy en día, en el imaginativo popular como monumento simbólico del judaísmo, y sus vestigios arquitectónicos como símbolo de peregrinación. En este sentido, la propuesta poética de Idriss Kaffouf Ferrandis se centra en acercar al lector a varios de los capítulos bíblicos más trágicos, como fruto de la ruina absoluta de la religión, pero desde una perspectiva personal y actualizada. En sentido metafórico, cada poema corresponde a un fragmento de ese Templo de Jerusalén destrozado , que, poéticamente hablando, es lo que queda, los retazos.

    «Convoco a Jerusalén, si sólo me queda el ahora, para que arrojemos nuestros mantos al suelo, para recibirte, nuestro Mesías, por última vez en la vida, como símbolo de poesía», escribe Idriss Kaffouf en uno de los textos que contiene este libro. Versos que cobrarán especial protagonismo para el lector, pues sintetizan el sentido de este poemario.


  • SONDETÍ

    Toda historia de amor tiene tres partes: la magia del encuentro, el dolor de perderlo, y la esperanza de recuperarlo. Sondetí es la historia del amor universal que atestigua que solo se llega a ser verdaderamente libre a través del amor. Como pieles de una serpiente, el amor nos desnuda y nos destrona, haciendo que caigan nuestras hojas marchitas. Al final del amor no hay derrota: al final del amor somos libres.


    SONDETÍ Por: RAFEMAGO 14,00
  • LA ROSA CON CRISTALES

    Esta obra surge en una época de incomprensión, donde todo se ve negro y no se ve la luz, donde estás encerrada en tu habitación, escribiendo líneas en un folio, a modo de desahogo y desconexión.

    Estos 50 poemas fueron escritos durante 7 años, con la idea de expresar lo que la autora sentía en cada momento y las emociones florecían.

    Ordenados cronológicamente, donde se puede ver una línea temporal, en la cual predominan unas emociones sobre otras ante diferentes aspectos de la vida, como desengaños amorosos, ilusiones, pérdidas de familiares, recuerdos de infancia, lugares y espacios soñados.


  • CELEBRACIÓN DEL ESQUELETO

    Lo Celebración del Esqueleto propone un viaje a través del tiempo y el espacio.

    Celebramos la vida honrando a la muerte, y por eso, la Celebración del Esqueleto es la ceremonia más profundamente humana que podemos realizar.

    En el quicio entre la locura y la muerte, surge el poema. Y allí donde anida la poesía, el esqueleto reclama su protagonismo.


  • VERSOS Y UNIVERSOS

    Recuerdo perfectamente la primera vez que me senté a escribir. Tenía solo diez años, y en ese momento sentí como si fuese  un día muy caluroso de pleno verano y de pronto alguien abriera todas las ventanas. Conecté con algo que me había sido entregado por nacimiento. Y a tan corta edad descubrí qué era lo que más amaría hacer el resto de mi vida.

    Siempre fantaseé con publicar. Pero la extrema timidez, la inseguridad y las falsas creencias me hicieron dedicarme a hacer otras cosas que nunca amé realmente. Y para siempre hice uso de la escritura a modo de terapia. Puedo confirmar con total seguridad que escribir me ha salvado. Ha sido mi válvula de escape, mi modo de expresar todo lo que me iba ocurriendo, algunas veces cosas muy duras, y la única forma de sacarlo de mí para seguir avanzando era «poetizarlo» todo. Absolutamente todo.

    Hasta que un día decidí rasgarme todas las vestiduras, me liberé de cientos de capas y vi como mi camino se iluminaba, feliz de reconocerme y de reencontrarme conmigo, igual que aquel día cuando era una niña. Una parte de mí esencial que siempre oculté por todos los cajones.

    Elegí llamarme escritora a mí misma. Y publicar.

    Una cosa puedo asegurarte que pasará; al menos en uno de estos textos te encontrarás a ti mismo/a.


  • ANATOMÍA DE UN ESTÓMAGO con Mariposas

    Anatomía de un estómago con mariposas es una historia de un amor no correspondido.

    Un poemario que relata distintas fases del enamoramiento: cómo nacen esas mariposas y crecen gracias a nuestra imaginación, como creamos un mundo fantasiado y cómo nos engañamos con emociones intensas cuando en realidad esas mariposas están devorando nuestro estómago y finalmente, hay un luto cuando toca pasar página.


  • La alegoría del Corazón

    Estamos ante un libro que, si bien, es breve, resume en la medida exacta las desdichas amorosas, los anhelos.

    Esos terribles quiero y no puedo, el amor a pleno corazón, el dolor apasionado y pensamientos que todo el mundo profesa en algún momento de su vida, los cuales están guiados por el arte de organizar las palabras para emocionarte.

    En sus páginas nos encontramos con poesía y versos libres que cuentan esas historias impregnadas de lo que arriba os cuento, y que esperan se leídas, sentidas y disfrutadas.


  • donde habitan MIS MUSAS

    «Mi pobre musa, ¡ah! ¿qué tienes, pues, esta mañana?

    Tus ojos vacíos están colmados de visiones nocturnas, y veo una y otra vez reflejados sobre tu tez

    la locura y el horror,

    fríos y taciturnos».

                                                                                              Charles Baudelaire