El primero en tomar la palabra es un francés un tanto calavera, que se arrepiente de lo mal que se ha portado en su vida. Sus compañeros de mesa a la hora del desayuno dicen de él que tiene espíritu de lunes, de «no volveré a meter la pata». Tan arrepentido anda, que aparece con un testamento recién escrito.
Me duele ver irse a mi juventud,
me evadí de una forma caprichosa
hasta bien entrada la senectud
Una vez perdida, mi pregunta es ambiciosa:
Ya que paso a paso no se ha ido,
ni a caballo, entonces, ¿como fue la cosa?
De golpe entera ha desaparecido
y me deja una interrogante indecorosa.
Tengo claro que de haber estudiado
en los tiempos de mi juvenil parranda
y si me hubiera a buenas cosas dedicado
tendría hoy un hogar y cama blanda
por contra de la escuela he abdicado
huí con los malos niños todos en panda
y ahora que el testamento veo acabado
ya mi corazón no sabe por donde anda.
F. Villon (1431-1463)
LE TESTAMENT
Je plains le temps de ma jeunesse, / Ouquel j’ay plus qu’autre gallé / Jusqu’a l’entree de viellese, / Qui son partement m’a cellé: / Il ne s’en est a pié alé / N’a cheval, helas! comment don… / Bien sçay, se j’eusse etudïé / Ou temps de ma jeunesse folle / Et abonnes meurs dedïé, / J’eusse maison et couche molle… / Mais quoy! je fuyoie l’escole / Comme fait le mauvaiz enfant. / En escripvant ceste parolle, / A peu que le ceur ne me fent…
Julio Alcalá
Julio’s Blog