En este blog encontrarás las andanzas poéticas de un variopinto grupo de poetas reunidos en un mismo hotel. Empezando por lo que ocurre en un tradicional desayuno, en el que se hablará y mucho, del tiempo. Seguido por un romántico paseo por los jardines que rodean el edificio, para más tarde asistir a una comida entre turistas norteamericanos –tan originales ellos–.
Nada como una siesta veraniega después de una buena comida. Imaginad que alguien os contara lo que el poeta ha soñado. Y luego, al atardecer, poder cotillear la conversación de la mesa de al lado en la cafetería, en la que un apasionado poeta conversa con una dama que dice ser su musa.
Es siempre una cosa a lamentar que el día acabe en este particular hotel. Sobre todo porque en las cenas poéticas los escritores suelen sacar sus obsesiones, y claro aparte del amor, la muerte es una de ellas.
Quedáis todos emplazados a la próxima entrada, en la que comenzará una nueva jornada en «el hotel de los poetas».
Un saludo.
Julio Alcalá
Julio’s Blog