SIESTA (RILKE SUEÑA SU PRIMERA ELEGÍA)V
El espíritu le indica al poeta hacia donde mirar para obtener el punto de vista y el tono poético idóneo para sus poemas. Un mundo espiritual generalmente olvidado, pero lleno de almas fuertes y que a menudo nos hablan, aunque la pena que sentimos por su desaparición y muerte nos impida muchas veces escucharlos.
Armonizar, concordar.
Escucha, corazón mío,
como antes sólo los Santos han escuchado:
comprende que a ellos la colosal llamada les alzaba del suelo;
aunque ellos seguían, es inverosímil,
arrodillados y sin aparente aprecio.
Y así lograban escuchar.
No es que tu pudieses soportar
ni de lejos la voz divina.
Pero escucha el doloroso e interminable mensaje,
que se te manda desde el silencio.
Un murmullo que llega hacia ti desde cada joven muerto.
Allí donde siempre cuando entrabas
¿no te dirigían la palabra
en las iglesia de Roma o de Nápoles
con calma acerca de su destino?
O bien ¿ No era una inscripción la que te golpeaba al leerla?
como recientemente la lápida en Santa María Formosa.
¿Qué pretenden de mi?
En voz baja debo despegar la apariencia de injusticia,
que a veces dificulta un tanto su puro movimiento espiritual.
