LA CONFESIÓN Hasta hoy me había tomado a cachondeo lo de mi amigo. Pero de broma nada. Hoy llorando me ha contado el dramón de su infancia. Las drogas campando por la casa de sus padres, los abusos y las violencias.
Para mi sorpresa me ha explicado que leyendo a Alejandra Pizarnik se ha dado cuenta de que hay mucha gente que sufre en la juventud. Me ha dicho que la poesía cura, aunque sea porque te hace sentirte acompañado en este mundo tan impuro. Que Alejandra le entiende porque como él no quería que se acabara la noche por triste que fuera.
EL CORAZÓN DE LO QUE EXISTE
No me entregues
tristísima medianoche,
al impuro mediodía blanco
Luego me ha hablado de sus sistemas tan originales de desdoblamiento de personalidad. Yo me he quedado de piedra cuando me ha dicho que a su otro yo lo sacaba de su cuerpo y dejaba al yo que padecía encerrado en él. Dice que lo ha desarrollado desde que leyó el poema nº 14 del libro Árbol de Diana también de Alejandra.
14
El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mi dormido
me come y me bebe
Ese monstruo interior que me ha parecido ver en las tripas de mi amigo,que se lo come y se lo bebe y le da tanta rabia y le da la vuelta como a un calcetín. Y todo por culpa de los líos de su familia cuando era un niño. Es que hay que joderse. Por eso he compuesto este pequeño poema.
GERMINA Y CRECE LA SEMILLA DE LA LOCURA
Las palabras fueron dichas
y los actos cometidos
La violencia ejercitada
de forma deliberada
sobre el débil desprotegido
El albedrío del depredador
puede que nublado
por un instinto poderoso
decidió dejarlo estar y hacer
Acompañaron a los actos
cuentos sin lógica para el avisado
pero creíbles para el ingenuo
ya desde entonces víctima
llena de culpa y dudas
De continuo y para siempre
Locura sin cura
De esa semilla nace vida muerta
planta con interior tóxico
y venenosas espinas
Solo el arte la podará con suerte
Julio Alcalá
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