A LA HORA DE LA COMIDA II
En 11 septiembre, 2017 | 0 Comentarios

Su amigo Robert que se sienta junto a él, le responde con ironía con un retrato amargo. Conoce que solo a él, se le permiten semejantes cosas.

Autorretrato.

Quiere ser

un viejo necio,

un viejo agresivo,

tan soso, tan bruto,

como el vacío que le rodea.

No desea comprometerse

ni ser jamás amable

con nadie, solo demostrar,

hasta el fondo, su cabezota

rechazo completo a todo eso.

Ya intentó el dulce y delicado

¡Venga juntemos nuestras manos!

y fue terrible, estúpido,

brutalmente sin resultado.

Ahora se mantendrá erguido

sobre vacilantes piernas.

Con brazos y piel

encogiéndose a diario.

Amando y odiando por igual.

Robert Creeley (1926-2005)

Self portrait 

He wants to be a brutal old man, an aggressive old man, as dull, as brutal as the emptiness around him, He doesn’t want compromise, nor to be ever nice to anyone. Just mean, and final in his brutal,

his total, rejection of it all. He tried the sweet, the gentle, the “oh, let’s hold hands together” and it was awful, dull, brutally inconsequential. Now he’ll stand on his own dwindling legs. His arms, his skin, shrink daily. And he loves, but hates equally.

Robert Creeley (1926-2005)

Julio Alcalá
Julio’s Blog

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