De pequeña leía muchos libros infantiles. El género que más me gustaba era la poesía, aunque la narrativa también era una de mis favoritas.
Así me aficioné al mundo de sustraer una emoción. Porque para escribir una historia, primero hay que leer otras. Pienso, que es enriquecedor y fundamental poder disfrutar del estilo y forma de otros autores. Con doce años gané mi primer concurso literario con una poesía “Mi piano”. Después me llevé el premio de otras cuantas más, mediante un pseudónimo.
Estudié dos grados superiores relacionados con la dietética e imagen. Pero finalmente mi vida profesional se desarrolló entre focos y pasarelas. Nunca dejé de leer ni de escribir, porque siempre intenté conectar ese lado creativo y bohemio; en todos los ámbitos de mi vida. Ese que nos caracteriza a todos los que intentamos crear una historia. “Caer entre charcos” es mi relato más visceral y veraz, que he escrito
hasta el momento. Comenzó siendo un ejercicio sanador y con el tiempo, se convirtió en una necesidad por contar mi historia.
Es la expresión del vacío y del dolor, sucedida en un momento de mi vida, a través de la palabra y la libertad.