Es de las que piensan que mejor escribir sueños que soñarlos. Desde muy pequeña el lápiz ha sido su mejor amigo, con él gran parte de sus emociones han sido transcritas en un papel. En la actualidad compagina su afición por la escritura con su vida laboral como administrativa.
Escribe, escribe, escribe, y escribió.
El año de Laura se convirtió en todo un reto para ella, pues hasta la fecha no había escrito una historia con todas sus letras, donde los personajes cobrarán vida, una vida totalmente real. Es un ilbro abierto a recibir todo tipo de emociones, a compartir momentos de humos, momentos de amargura y momentos de sinceridad absoluta.
Con su primer libro desea llegar al rinconcito de cada alma que lo lea, y que los sentimientos más puros traspasen al corazón de cada lector.