Desde pequeña he estado unida al deporte, era una niña bastante inquieta y mi madre me apuntaba a todo tipo de actividades extra escolares, desde natación hasta mi amada gimnasia rítmica que practiqué hasta que tuve 16 años.
Después de esa temporada no encontraba ningún deporte que me llenara, probé con actividades dirigidas,, volví a realizar natación, me inicié en el running… pero pasaron por mi vida sin pena ni gloria.
Después de ser madre y mis dos cesáreas, disponía de poco tiempo y muchas ganas de recuperar mi figura y en especial volver a tener el abdomen plano y hace cosa de 4-5 años decidí volverme a apuntar al gimnasio y empezar a trabajar con pesas y máquinas guiadas, algo que en un principio me horrorizaba ya que pensaba que mi cuerpo iba a ponerme muy grande y musculosa pero cual fue mi sorpresa cuando vi que aquel deporte me empezaba a enganchar. Empecé a ver resultados y a moldear mi cuerpo como yo quería. Como soy tan curiosa y de todo me gusta aprender, buscaba por internet rutinas de entrenamiento, recetas Fit, mi Instagram pasó de seguir a la blogger del momento a seguir a mil cuentas extranjeras y nacionales de entrenamiento.
No me bastó con toda esa información e inicié mis estudios como entrenadora personal de alto rendimiento y más tarde especializarme en abdominales por la IFBB.
Con todo ese batiburrillo de información y formación me di cuenta que no lo estaba haciendo tan mal, que en el combo que había creado de entrenamiento y alimentación funcionaba y tachan, como por arte de magia fue tomando forma el método Tosh.