La cultura de calidad no se subvenciona
En 12 septiembre, 2017 | 1 Comentarios

En una sociedad en abierta crisis, crisis global, donde nada tiene valor si no lo apoya o soporta una institución pública, reconforta mirar la vista atrás y repasar las grandes épocas y los grandes nombres de nuestra cultura y nuestra literatura.

El Siglo de Oro español, la generación del 98, la del 27, la de la posguerra, … podemos elegir el tiempo que queramos y seguro que encontraremos algo en común: los grandes nombres de la literatura española no vivieron al socaire de una subvención, de un sueldo más o menos encubierto en los pagos de diputaciones, ayuntamientos o gobiernos autonómicos.

Y es curioso que, en estos momentos de crisis, sean precisamente los poderes públicos los que se hayan volcado en subvencionar todo tipo de proyectos literarios. Resulta llamativo que quizás sea la primera vez en la historia de España que un período de crisis no haya dado una calidad creatíva y literaria digna de una generación.

Hoy hay premios para todos, compra de proyectos para todos, subvenciones enmascaradas para todos, … pero se produce con menor calidad que nunca, con un tiempo tan rápido que todo perece una vez cobrado el dinero, nadie trasciende, ni autor ni obra alguna, todo es una construcción irreal donde importa más la fachada y el dinero que la creación.

Y aquí emerge la iniciativa privada. La producción de personas que huyen del subvencionismo, de empresas que subsisten a pesar de lo público, de sus ayudas, de su dinero, de sus fotos de prensa. Iniciativas de empresas que apostamos por la creatividad, por la calidad, por las personas en todas sus facetas, sin los subjetivimos ideológicos que condicionan la producción cultural. Nuestra editorial trasciende las ideologías para convertirse en un medio cultural, en un instrumento para canalizar la creación y originalidad de los autores.

Aspiramos a encontrar Cervantes, Calderones, Unamunos, Garcías Lorca, …. Y también a encontrarnos cientos de autores cuya calidad es tan interesante como cualquiera de ellos pero cuyas aspiraciones terminan en transmitir una buena historia. Unos y otros, al margen de la subjetividad de lo público, de la cultura subarrendada o canalizada por conceptos preestablecidos.

Comentarios1
Julio Alcalá Publicado 13 septiembre, 2017 at09:47   Responder

Enhorabuena por tenerlo tan claro.

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